Cuando se firma un contrato de alquiler, es fundamental que tanto el propietario como el inquilino tengan claro cuáles son los gastos asociados al arrendamiento y quién debe hacerse cargo de ellos. Conocer los detalles sobre los gastos en un contrato de alquiler evitará malentendidos y conflictos durante la vigencia del contrato.
En este artículo, te explicamos cuáles son los principales gastos que surgen en un contrato de alquiler, qué dice la ley sobre quién debe asumirlos, y qué aspectos deben tenerse en cuenta al firmar un acuerdo de arrendamiento.
Principales gastos en un contrato de alquiler
El alquiler de una vivienda no solo implica el pago de la renta mensual por parte del inquilino, sino que también conlleva una serie de gastos adicionales que deben gestionarse entre ambas partes. Estos gastos pueden variar según la vivienda, las condiciones del contrato y la legislación vigente. A continuación, detallamos los principales gastos asociados a un contrato de alquiler.
Fianza
Uno de los primeros gastos en un contrato de alquiler es la fianza, que es una garantía para el propietario frente a posibles daños o impagos. Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), la fianza para alquiler de vivienda habitual es de un mes de renta, aunque en el caso de locales comerciales puede ascender a dos meses.
- ¿Quién paga la fianza?: El inquilino es quien debe pagar la fianza al firmar el contrato. Este importe se devolverá al finalizar el contrato, siempre y cuando no haya daños en la vivienda o deudas pendientes.
Meses de garantía adicional
En algunos casos, el propietario puede solicitar garantías adicionales a la fianza, como un depósito de varios meses o un aval bancario para asegurarse el cumplimiento del contrato. Esta práctica es común cuando el propietario quiere una mayor seguridad financiera.
- ¿Quién paga las garantías adicionales?: Al igual que la fianza, el inquilino es responsable de abonar cualquier garantía adicional solicitada por el propietario. Estas cantidades suelen ser negociables y deben estar reflejadas en el contrato.
Suministros (agua, luz, gas)
Los suministros básicos de la vivienda, como agua, luz y gas, son gastos que también deben gestionarse en un contrato de alquiler. Por lo general, estos servicios están a nombre del inquilino mientras dure el contrato.
- ¿Quién paga los suministros?: El inquilino suele ser responsable de pagar los suministros, ya que es quien los consume. Sin embargo, en algunos contratos, estos gastos pueden estar incluidos en la renta, por lo que es importante especificar en el contrato quién los asumirá.
Gastos de comunidad
Los gastos de comunidad incluyen los costes de mantenimiento de las zonas comunes del edificio, como el ascensor, la limpieza, el conserje o la piscina, entre otros. Estos gastos deben estar regulados en el contrato de alquiler.
- ¿Quién paga los gastos de comunidad?: La Ley de Arrendamientos Urbanos establece que el propietario es responsable de los gastos de comunidad, pero también permite que, si ambas partes lo acuerdan, estos puedan ser asumidos por el inquilino. En este caso, la obligación del inquilino de pagar estos gastos debe figurar claramente en el contrato.
Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI)
El Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) es un tributo que grava la propiedad de inmuebles y debe pagarse anualmente. Este impuesto recae directamente sobre el propietario de la vivienda.
- ¿Quién paga el IBI?: Legalmente, el propietario es quien debe asumir el pago del IBI. Sin embargo, en algunas ocasiones, el contrato de alquiler puede incluir una cláusula que transfiera este coste al inquilino, siempre que ambas partes lo acuerden por escrito.
Seguros
Es recomendable que tanto el propietario como el inquilino cuenten con seguros que cubran diferentes eventualidades relacionadas con la vivienda.
- Seguro de hogar del propietario: El propietario suele tener un seguro de hogar para proteger la estructura de la vivienda y los posibles daños que puedan ocurrir.
- Seguro de contenido o responsabilidad civil del inquilino: El inquilino puede contratar un seguro para proteger sus pertenencias personales y para cubrir posibles daños que pueda causar en la vivienda o a terceros.
Gastos de reparaciones y mantenimiento
El mantenimiento de la vivienda y las reparaciones necesarias son un aspecto clave en un contrato de alquiler. La ley diferencia entre reparaciones menores, que son aquellas derivadas del uso cotidiano, y reparaciones mayores, que afectan a la estructura o los servicios esenciales de la vivienda.
- ¿Quién paga las reparaciones?: El inquilino es responsable de las pequeñas reparaciones que resulten del desgaste habitual (cambiar bombillas, arreglar grifos, etc.). El propietario debe hacerse cargo de las reparaciones más importantes, como problemas estructurales o averías que afecten la habitabilidad de la vivienda (calefacción, tuberías, etc.).
Honorarios de la inmobiliaria o gestoría
Si el alquiler se realiza a través de una agencia inmobiliaria o gestoría, pueden generarse honorarios por los servicios prestados, como la búsqueda de inquilinos, la redacción del contrato o la gestión administrativa del alquiler.
- ¿Quién paga los honorarios?: En general, los honorarios suelen ser pagados por el propietario, ya que es quien contrata los servicios de la inmobiliaria para gestionar el alquiler. Sin embargo, en algunas ciudades como Madrid y Barcelona, se permite que el inquilino pague estos honorarios, aunque esta práctica está en revisión debido a cambios en la normativa.
Plusvalía municipal
La plusvalía municipal es un impuesto que grava el incremento del valor del suelo cuando se produce una transmisión de la propiedad, como una venta. En el caso de un alquiler, este gasto no es relevante, ya que la transmisión no es de propiedad, sino de uso.
- ¿Quién paga la plusvalía municipal?: Este impuesto es responsabilidad exclusiva del propietario y no afecta al inquilino en los contratos de alquiler.
¿Cómo se distribuyen los gastos en un contrato de alquiler?
Para evitar malentendidos y conflictos, es esencial que en el contrato de alquiler se especifique claramente cómo se distribuirán los gastos. Tanto el propietario como el inquilino deben revisar el contrato con atención antes de firmarlo, asegurándose de que los gastos que deben asumir están reflejados de manera clara y precisa.
Es recomendable que el contrato incluya:
- Quién paga los suministros.
- Si el inquilino asumirá los gastos de comunidad.
- Quién se encargará de las reparaciones.
- Cualquier otro gasto adicional, como el IBI o los honorarios de la inmobiliaria.
Más sobre los gastos de un contrato de alquiler
En un contrato de alquiler, es crucial que ambas partes conozcan y acuerden cómo se gestionarán los gastos relacionados con la vivienda. Desde la fianza y los suministros, hasta los gastos de comunidad y las reparaciones, cada uno de estos costes puede generar malentendidos si no se abordan correctamente en el contrato. Siguiendo la normativa vigente y negociando de manera clara, se pueden evitar problemas y garantizar una convivencia satisfactoria entre el propietario y el inquilino.
En Agencia Negociadora del Alquiler®, ofrecemos servicios integrales de gestión de alquileres, asegurándonos de que los contratos estén redactados de forma clara y que todos los gastos estén correctamente distribuidos y reflejados para proteger tanto a los propietarios como a los inquilinos.